domingo, 31 de julio de 2011

Encuentros

La paranoia de Leonardo Da Vinci
Agim Meta

La pregunta
Abro los ojos cerca de las seis de la mañana, mi primer intento por levantarme; suena la alarma y la apago, diez minutos después logra su cometido al repetirse, voy al baño, regreso, luego me dispongo a disfrazarme de corredor: tenis, pants, playera deportiva y un par de sudaderas encima para no resentir el clima hoy un tanto fresco, aun está oscuro el día.
       Calentamiento previo a la sesión, estiro las extremidades para no resentir alguna lesión, quisiera llegar a los ocho kilómetros en esta pista, llevo tres semanas corriendo menos, no estoy entrenando para alguna carrera, sólo quiero correr otra distancia, sé que resistiré, además he reducido el peso nueve números abajo, me siento bien, tomo el tiempo con el reloj de mano. Inicio.
       Ya casi inician las clases. Tengo junta a las once de la mañana. Debo entregar la presentación de ventas. Aún no termino el guión de la novela gráfica, es para mediados de agosto. En la noche hay que ver a Rogelio para platicar de una propuesta. Me gusta Cinthya, la chica de las asesorías, ¿cuántos años tendrá? Yo creo unos veintitrés, tiene los ojos verdes, me agrada mucho, quiero invitarle a tomar un café. No dará tiempo si veo a Fernanda en la avenida Reforma, pospondré la cita. Y si desisto a la idea de correr tanto, quiero volver a entrenar como antes, necesito un domy para patear como antes. Mi pierna me empieza a doler. Este tramo huele a basura siempre. Hay dos pendientes en toda la pista. Doce minutos para la primera vuelta, no he bajado el tiempo. Dejé de usar auriculares. ¡Qué bonita es Cinthya! ¿Cuál era la pregunta que venía a resolver aquí?
       Una mujer me rebasa en la tercera vuelta, justo cuando vamos de bajada, intento alcanzarla durante todo el circuito pero me es imposible, lo único que logro concluir es que siempre habrá alguien mejor que yo, pero el tener a alguien que motive un mayor esfuerzo hará que sin darme cuenta haya dejado atrás a otros. Consigo reducir dos minutos la distancia recorrida. Queda una última vuelta.
       Las ideas no son claras en pleno cansancio, comienzo a respirar con profundidad, vuelve la fuerza, abandono los pensamientos por un instante...
       Llego a la meta, descanso, estiramientos finales. Tomo un periódico gratuito, lo leo y vuelvo a casa.

Frank CasPe.

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