Epitafio
Diente de león Tito Varela |
Éste es mi leprosario,
mi desvelado mito;
el canto del silencio granulado,
los halos ingrávidos
de las flores mudas y dispersas.
Yazco muy suspendida,
tan ufana,
con una carcajada como joya,
cual piedra ardiente de mina lejana,
cual tejidos exóticos de oriente,
como una estela de estrellas consumidas
y una ranura abierta de aves blancas.
Éste es mi leprosario,
me acompañan las nubes
y los vientos helados,
el aliento deífico y azur
del elevado ombligo
de preciosas gemas estelares;
me acompañan también
una cigarra llorona,
la rana saltarina y briosa,
el gusano que me come,
las sales terrestres,
terrenas y terrosas.
Éste es mi leprosario
y me consuela
la rosa que huérfana trajiste,
los nenúfares crecientes
que un soplo diletante mece,
un diente de león,
un campanario lejano
que resuena entristecido cada hora;
el infinito cielo,
el cielo, la bóveda,
la bóveda
y el Dios.
Nidya Areli Díaz.
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