domingo, 16 de diciembre de 2012

Encuentros


Cuenta personal

Rompiendo el agua
Angel Abreu
Ya son diez años, los días transcurren como gotas de agua, unas cuantas son dulces otras tantas saladas, la vida se convirtió en océano cuando concluí mis estudios universitarios, en este tiempo igual he pasado por técnico en mantenimiento de pisos de madera, como también administrador de proyectos en una empresa de telefonía celular y en últimas fechas principalmente siendo docente en la institución de la cual egresé, tuve momentos donde el dinero fue abundante a costa de mi libertad, emprendí y abandoné distintas aventuras, la que más recuerdo fue en Corea del sur, la más enriquecedora ha sido iniciar un negocio.

          Mantengo el mismo peso corporal, envejezco, me gusta cómo me veo ahora, aunque el hecho de que me rompieran la nariz provocó una ligera desviación, dos intervenciones quirúrgicas. ¡Dios, no extraño para nada el pasado! No me gustaría volver atrás en el tiempo, prefiero encontrar cosas en el presente, a veces me atormenta la incertidumbre del futuro, suelo ir al cine como antes, te ofrezco una charla y una taza de café, me alejo de las masas, del ruido estridente, de los cohetes en fiestas patronales. Empecé en un taller de creación literaria, gané algunos premios literarios en poesía y cuento, luego continué con guiones cinematográficos para, finalmente, terminar enamorado de la publicidad y, a todo esto, estudié ingeniería en comunicaciones y electrónica con especialidad en acústica.

          Antes sólo jugaba soccer, pero años después encontré en el taekwondo amigos que se han convertido en hermanos, hallé la disciplina que me puso a competir con los mejores atletas del país; por razones personales decidí dejarlo, comencé a correr más no a escapar, me han enseñado a utilizar los puños, me encanta la sensación de cansancio después de un buen entrenamiento.

          Me han pasado cosas muy tristes, pero no vine aquí a contarlas, sólo han pasado, y he llorado, aun lloro por aquellas en las que creo cargar cierta culpa. Hoy igual que aquel lejano diciembre me encuentro sin novia, entre ese lapso he tenido amores, desamores, desafortunadamente ninguno ha valido la pena, mis gustos se han adaptado de acuerdo a la edad, de mujeres adolescentes a mujeres veinteañeras, no tengo mascotas en casa, he dejado casa dos veces, he vuelto el mismo número de ocasiones.

          Me considero un creativo en expansión, un universo que busca solidificarse, encontrar una forma, a veces me perturba mi imaginación, recurro muy a menudo a ella; tanto, que para escribir este texto divago, ya me dieron ganas de escuchar a alguien que me pregunte, que se interese por saber algo de mí, dejo entonces abierta la posibilidad, mientras tanto trazo algunas rutas en un mapa estelar para continuar mi viaje a través de la vida.

Frank CasPe.

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