domingo, 5 de agosto de 2012

Columna vertebral

Dolor

Grito
Oswaldo Guayasamin
Espina vislumbrada
en eterno corazón
domesticado,
sombra que se escapa por la tarde
mientras el iris sangrante
se descompone
y una parvada de moscas
deposita sus huevos
sobre una piel marchita.
Mira como se quiebra su fémur
bajo tu planta,
el crujir de hojas secas
abandonadas
al fango de tus pies;
obsesiva resurrección
de anécdotas húmedas,
enmohecido pensamiento
bajo la sombra de tus labios,
mapa mental
entretejido por rumores
de una piel joven
que clama entre rezos
la agonía donde
una mujer y un hombre
miden sus fuerzas y renacen;
allí, el corazón domesticado
brama y se desborda al vacío,
como potro se muerde las venas
para respirar al ser
herido por el tajo
de unos labios opresores.

                             Jorge Iván Dompablo.


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